jueves, 15 de enero de 2009

¿Se puede complacer al hombre?

Son los hombres imposibles de complacer? La mayoría de ellos son niños grandes, y por eso es justo alejar algunos deseos. Pero de las mujeres, los hombres se quejan todo el tiempo. Ellos dicen que ya no es lo mismo, que se ha perdido algo en el dormitorio. Que desean que sus esposas quieran tener sexo otra vez.


¿Cómo pueden ser los hombres? Es comprensible que muchos de ellos aún quieran llevar a cabo sus imposibles fantasías adolescentes, pero antes de que su hombre la llame una de estas noches, tome un momento para pensar en algunas cuestiones.

Después de un tiempo, el sexo se vuelve rutinario. Lo disfrutamos, pero también disfrutamos viendo una reposición de una vieja serie en televisión. A menudo la pasividad le gana a la pasión.

La rutina y la pérdida del apetito sexual pueden ser combatidas a través de un retorno a lo simple. ¿Qué es lo que su hombre quiere? ¿Qué es lo que disfruta en el dormitorio? Cuando usted comenzó a hacer el amor ¿qué fue lo que hizo que lo volvió loco?

Las desigualdades se deben a que las cosas han cambiado, pero el tiempo que ha transcurrido entre sus primeros encuentros sexuales y los últimos nos ha hecho olvidar cómo disfrutarlos.

Hacer el amor supone una decisión. Tenemos que entrar al dormitorio queriendo complacer a nuestro compañero. Los hombres no quieren una mujer simplemente tendida en la cama hasta que ellos lo decidan. Los hombres quieren sentirse queridos y deseados mucho más que las mujeres, y el camino para mostrarle eso a un hombre es su participación en la cama. El tiempo en la cama no es para dormir, es para ejecutar.

Sin embargo, los hombres no piensan que su compañera sea la única que necesita dar forma a su compromiso en hacer el amor. Una vez que su pareja ha perdido el interés por alguna razón, ellos a menudo dejan de buscar el complacerlas en forma deliberada, y se enfocan sólo en su propio goce. El resultado: un círculo vicioso que terminará haciendo que usted tenga menos interés aún en el sexo.

Pero las mujeres saben cuando un hombre está solamente enfocado en su orgasmo y no en brindarles placer. Vayan al dormitorio habiendo hecho la elección de complacerlo. Si ambos se deslizan entre las sábanas listos para seducir y complacer al otro, seguramente el encanto retorna.
Justificar a ambos lados
El sexo no es complacer a su pareja con la presencia pasiva en la cama, como si se tratará de un trámite. Eso puede hacer nacer resentimiento. Ambos necesitan tener la responsabilidad del placer del otro. El sexo nunca debe ser pasivo. El sexo es una actividad. Conlleva atención. Al darlo, ambos se encontrarán a sí mismos en un final de placer recibido.

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