
Llegar al orgasmo no es tan fácil como parece, sobretodo para las mujeres, así que hay muchos aspectos que a veces no tenemos en cuenta y que podrían ayudarnos: el ambiente escogido, los besos, las caricias, las miradas, los susurros al oído...
El sexo se compone en gran parte de deseo y erotismo, ésto último es lo que hay que intentar potenciar. Antes de comenzar con estos juegos preliminares debéis concentraros en preparar un ambiente adecuado y con toques eróticos y sensuales. El escenario debe ser tranquilo, sin ruidos ni interrupciones. Una luz tenue (de velas, por ejemplo), una música sensual, una botella de cava y unas fresas al lado de la cama y una barra de incienso afrodisíaco pueden ser un buen comienzo.
La indumentaria también es importante, aunque ya sabemos que al final terminaréis desnudos. Tú puedes ponerte una lencería muy seductora y él puede apostar por unos boxers que realcen su figura. Los dos perfumados y aseados, listos para entrar en acción.
Los besos son fundamentales en los preliminares porque son tan seductores y pueden llegar a ser tan excitantes que debemos dedicarles todo el tiempo que se merecen. Podéis besaros de mil maneras distintas pero siempre manteniendo esa pasión y deseo del primer beso. Los labios, lenguas muy eróticas así que jugad con ellos. son muy sensuales y las
Vuestros preliminares pueden comenzar de pie en la habitación y poco a poco tumbaros el uno al otro en la cama con besos y caricias. Cuando os quitéis la ropa hacerlo sin prisas y disfrutando cada segundo. Los dos debéis estar compenetrados e ir marcando los ritmos, sin pausas pero sin prisas.
Los besos pueden ir dejando paso a las caricias por todo el cuerpo, a los mordiscos, a los roces, a los juegos con la lengua por cada rincón de vuestra piel... y finalmente llegar a las zonas más erógenas.

Para los hombres sus zonas más erógenas son el cuello, el vientre, cerca de los genitales, la parte interior de los muslos, los pezones y en algunos casos los pies. Para las mujeres el apetito sexual se despierta en los párpados, las orejas, el cuello, los senos, el vientre y las caderas. Pero cada uno conoce mejor que el otro donde obtiene más placer, así que hablaros e indicaros vuestros puntos más placenteros.
Finalmente el recorrido erótico y sexual llegará a la zona genital. Debéis estimularos el uno al otro como si se tratase de una masturbación pero sin llegar al final. Marcad vuestras pautas y cuando la explosión sexual esté a punto de estallar es el momento de unirse al cien por cien y disfrutar del máximo placer.

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