miércoles, 24 de diciembre de 2008

Fiestas sin indigestión


En estos días de fiesta la indigestión se vuelve común.Una de sus principales causas es comer y beber en demasía. Casi todas las personas la han padecido. Es una sensación incómoda, que se puede evitar comiendo de todo, pero con moderación y sentido común.
El consumo de alimentos en grandes cantidades produce un esfuerzo añadido del aparato digestivo, especialmente cuando esos alimentos son pesados y ricos en grasas, azúcares y ácido úrico, grupo en el que se incluyen todos los “grandes éxitos” navideños, desde pavo y cerdo, hasta el paté, los dulces y los sabrosos mariscos.

El resultado: molestas secuelas como ardor, acidez, pesadez, flatulencia, hinchazón abdominal, náuseas, vómitos, digestiones lentas.
De acuerdo con la médico general Wilma Toribio, la indigestión puede ser consecuencia de comer demasiado o muy rápido, ingerir alimentos con alto contenido de grasa o comer en momentos de estrés.

Fumar, beber alcohol de manera excesiva, consumir algunas medicinas, el cansancio y el estrés continuo también pueden causar indigestión.

A veces, la causa es un problema en las vías digestivas, como úlcera o una enfermedad por reflujo gastroesofágico.
La constipación es uno de los malestares más comunes durante estas fiestas.

Para prevenirla, Wilma Toribio recomienda comer despacio, masticar bien los alimentos, no ingerir comidas muy frías o calientes y reducir el consumo de bebidas alcohólicas
y tabaco.

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