miércoles, 25 de febrero de 2009

Buen sueño = buen sexo


Cuando uno comienza una relación a menudo llega dormido al trabajo. Eso significa que usted tiene buen sexo con su pareja. Pero los expertos dicen que si uno tiene problemas crónicos para dormir en realidad termina teniendo menos sexo.

Hay muchas formas en que los trastornos del sueño pueden afectar la vida sexual.

Algunas personas pueden escatimar en sueño y en sexo porque tienen horarios de trabajo muy largos.

Después de todo, luego de una larga jornada laboral, apenas llega la hora de ir a la cama lo primero que uno hace es apoyar su cabeza en la almohada y quedarse dormido.

Inclusive en los fines de semana muchas parejas prefieren dormir antes que tener sexo.

Para quienes trabajan por la noche es aún más complicada la relación entre sueño y sexo. Esto no es solamente difícil para estos trabajadores nocturnos, sino también para sus parejas ya que es muy difícil encontrar ratos libres para tener sexo.

También la mayoría de estos trabajadores tienen un humor muy irritable luego de trabajar de noche. Estar despierto de noche cambia el reloj interno del cuerpo –los ritmos circadianos- lo que puede deteriorar el funcionamiento sexual.

Otros pueden tener problemas psíquicos o médicos que interfieran con su capacidad de dormir bien y de tener una buena vida sexual.

Por ejemplo, síntomas como depresión o ansiedad pueden llevar al insomnio y a una disminución de la libido.

Y muchos antidepresivos que pueden causar a veces una disfunción eréctil y/o una perdida de libido, pueden aparejar futuros problemas.

La condición médica más comúnmente asociada con los problemas de sueño y sexuales es la apnea del sueño, en la cual se cierra la vía respiratoria, provocando también los molestos ronquidos.

La gente con apnea del sueño puede llegar a despertarse una 400 veces por noche (son 'microdespertares', en realidad), para respirar otra vez, y esto puede causar una falta de sueño severa durante e irritabilidad.

Los hombres que padecen este problema tienden a tener niveles más bajos de testosterona, lo que puede disminuir su libido.

Otras condiciones médicas que pueden afectar el sueño y el sexo son la diabetes, las condiciones pulmonares y las enfermedades cardíacas.

Y como con la depresión, algunas medicaciones que tratan estos problemas pueden colateralmente afectar la vida sexual.

Por ejemplo, los medicamentos para la presión alta- que en sí misma puede causar disfunción eréctil en los hombres afectan el funcionamiento sexual en los hombres a través de la inhibición del flujo de sangre al pene.

A veces la complejidad de la interacción entre la medicación tomada, la enfermedad y el disturbio causado hacen mucho efecto en un paciente.

Si usted se encuentra dentro de este grupo de personas que no pueden obtener plenitud sexual y un buen dormir, consulte a un profesional.

Mejorar su comportamiento relativo al sueño -es decir, la higiene del sueño-, puede también ayudar. La buena higiene del sueño implica prácticas tales como irse a dormir y despertarse a la misma hora todos los días.

El ejercicio regular y la limitación de sustancias que perturben el sueño tales como la cafeína, el alcohol y la nicotina pueden también hacer que sea más fácil dormir mejor y tener una vida sexual más placentera

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