La gama de posturas que la pareja puede adoptar para hacer el amor es tan amplia que hasta los mismos orientales ya pensaron en hacer un libro el Kama-Sutra cuya influencia no escapa a Occidente. Descubre las posturas que más excitan. Hemos seleccionado las cinco más populares.
Cierto que no hay posturas que a todos gusten por igual, que no todos nos sentimos lo mismo en las mismas circunstancias. Que cada persona es un mundo. Y además existen infinitud de posturas que aportan gran variedad a la vida sexual. No obstante, a continuación te detallamos cuáles son las posturas básicas con las que seguro encontrarás el placer sexual y los métodos más efectivos para ganar en placer, tanto tú como tu pareja:
Él encima: es la postura más comúnmente practicada, con el hombre boca abajo encima de la mujer que está recostada boca arriba. Esta postura ofrece un contacto cara a cara que facilita la comunicación y un buen contacto visual, así como un amplio margen para una penetración profunda, los besos y la estimulación manual.
Ella encima: postura inversa a la del misionero ya que es la mujer la que se debe ubicar encima del hombre. Esta postura le permite a la mujer desempeñar un papel más activo y determinar el grado de penetración, además de poder realizar los movimientos que le produzcan mayor excitación, mientras el hombre puede recostarse y disfrutar de las sensaciones. Además puede aprovechar para acariciar simultáneamente sus pechos o su clítoris. Una variante de esta postura puede ser que la mujer se siente frente a él o de espaldas.
Lado a Lado: ambos se encuentran recostados de costado. Esta postura es ideal para hacer el amor relajadamente y sin prisas. Permite además conversar íntimamente, acariciarse y besarse.
Penetración por detrás: es la llamada también postura del "perrito", por la similitud con la postura que adoptan estos animales durante el coito. Esta postura es especialmente apropiada si la mujer posee un Punto G sensible porque resulta más fácil para el pene presionar contra la pared frontal de la vagina.
Por último sólo recordarle que no olvide nunca los besos y caricias sea cuál sea su postura idónea. Además de expresión de afecto, son un estímulo erógeno increíble y no sólo previas al momento del coito, también son simultáneas a la penetración ya que, de hecho, aumentan la excitación y predisponen a una relación más intensa y placentera.
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